domingo, 28 de octubre de 2012

viernes, 26 de octubre de 2012

Del sentido al goce: puntuaciones, reflexiones y (des)articulaciones sobre las Conferencias 17 a 23 dictadas por Freud en 1917


En negro se expresan las ideas que hacen referencia directa a los textos de Freud;  en azul nuestras reflexiones a partir de la primera enseñanza de Lacan, y en verde aquéllas intuiciones que tenemos sobre lo Real, considerando la última enseñanza de Lacan. En rojo, se expresan comentarios al margen relacionados con la lectura del Seminario de Miller titulado “La experiencia de lo Real en la cura psicoanalítica”.

17ª Conferencia: El sentido de los síntomas
  • Los síntomas neuróticos, al igual que otras formaciones inconscientes, tienen un sentido sexual, son singulares y están relacionados con el vivenciar del enfermo.
  • Son enunciados que pueden descifrarse cuando se reconocen como enunciaciones.
  • La interpretación del síntoma es histórica; éste se “explica” por una bedeutung, es decir, por la significación de una experiencia fantasmática que ha sido reprimida (S/x).  Al estar fijados a un fragmento del pasado, permanecemos enajenados del presente y del futuro, por lo que no hay escritura.
  • Las plétoras de los síntomas se explican por la ausencia de algo que ha sido escrito desde la diferencia en todos los seres humanos: No hay relación sexual.
  • Sus expresiones son modalizaciones que dan cuenta del posicionamiento subjetivo: en la histeria hay un anclaje del síntoma en el cuerpo, mientras que en la neurosis obsesiva el síntoma se desplaza en lo anímico.
  • El sentido del síntoma se descifra en el decir (simbólico), en tanto el analizante accede a través del él a la lectura de un texto  (inconsciente / lalengua).

18ª Conferencia: La fijación al trauma, lo inconsciente
  • El síntoma NO es inconsciente, lo que es inconsciente es la dinámica (lógica) que lo gestó: son olvidos que no nos olvidan.
  • Existen precondiciones psíquicas y nexos inconscientes relacionados con el vivenciar del neurótico, que lo hacen posible. Por tanto, es la fijación del trauma, en términos económicos  (trauma) y dinámicos (conflicto y mudanza de representaciones), lo que se desvela su tópica: el inconsciente es un saber no sabido sobre la propia historia.
  • El saber del analista (docta ignorancia) es diferente al saber del analizante: lo inconciente no sólo es historia, también es un saber.
  • Al final de un análisis, el analizante descifra el sentido del síntoma, pero sabe tan poco como antes.
  • ¿Desde dónde se forma el síntoma? origen  perdido, ¿Para qué? Para satisfacer a la pulsión (la pulsión se satisface en el recorrido).
  • La fijación al trauma en la neurosis se expresa a través de la amnesia en la histeria (represión)  y de la desconexión en la obsesión (represión + regresión)  . En ambos posicionamientos hay represión pero en la histeria se condensa el desplazamiento de la representación traumática en el cuerpo (síntoma conversivo), mientras que en la neurosis obsesiva se desplazan los afectos manteniendo las representaciones traumáticas sin vínculos que les posibiliten reelaborarse (producir nuevos trazos). 

19ª Conferencia: Resistencia y Represión

Resistencia: (Dinámica); en Lacan primero Imaginarias (narcisistas) y después Reales
  • Las resistencias son contra la asociación libre. Como la asociación libre es un proceso de significatización, durante su primera enseñanza Lacan coincidirá con Reich en que pertenecen al registro imaginario, pero la imposibilidad en la clínica irá desvelando que en realidad pertenecen al registro de lo Real.
  • A pesar del carácter sufriente de los síntomas, hay resistencia para librarnos de ellos (carácter pulsional: la meta de la pulsión es satisfacerse en su recorrido).
  • Las resistencias provienen del yo (de una parte Icc del yo - 2da. Tópica).  Freud las relacionó con el carácter, los postfreudianos, como Reich se encontraron con este tope y decidieron confrontarlas a través de la interpretación, fortaleciendo el registro alienante de lo imaginario; la primera enseñanza de Lacan retoma los principios freudianos: los síntomas son interpretables, las resistencias no.
  • Freud da cuenta de varios tipos de resistencia: intelectualismo, formaciones reactivas, transferencias positiva y negativa.
  • Lacan desvela el resorte simbólico de la transferencia en su vertiente positiva, y con el tiempo descubre en la transferencia negativa un resorte real que orienta la dirección cura.
Represión: 
  • Desde la primera tópica, Freud establece que todo lo reprimido es inconsciente, pero al reconocer la fuerza y  el carácter inconsciente de las resistencias (que parten del yo), Freud entreverá que no todo lo inconsciente es reprimido. Hay en el Inconsciente algo que no es simbólico, lo Icc es también real: si hay resistencia al éxito terapéutico es debido a que en el síntoma algo se satisface: lalengua es lo real del lenguaje.
  • Freud recupera de la Interpretación de los sueños, que entre el inconsciente y el preconsciente está la censura que obliga a procesos de desplazamiento y condensación (metonimia y metáfora). Sin embargo, a diferencia de lo que sucede en el sueño, las relaciones entre represión y resistencia desvelan al síntoma como una formación del inconsciente distinta,  como una “fuente de satisfacción” como real y simbólico (Los síntomas son letras, es decir, litorales de RS).
  • Los síntomas, en tanto retoños de lo reprimido, son reales dóciles a lo simbólico que se dejan descifrar, hasta cierto límite (lo imposible).


20ª Conferencia: La vida sexual de los seres humanos (Marisol)
  • Los síntomas tienen un sentido sexual, entendiendo por lo sexual a “todo lo que se relaciona con la diferencia entre los dos sexos…” (Pág. 277).
  • El carácter parcial de las pulsiones determina la especificidad de la sexualidad humana; Freud recuerda en esta conferencia que si la sexualidad infantil es perversa, es debido a que el análisis de los síntomas desvela tal condición (nachträglich), además de que durante esa “etapa” aún no hay "severas" fijaciones libidinales (condición de la neurosis, aunque también pueden presentarse neurosis infantiles).  De ahí el íntimo vínculo entre las neurosis y las perversiones: “La neurosis es el negativo de la perversión”.
  • Si bien el síntoma es una más de las formaciones del inconsciente, se distingue de las demás formaciones en que él proporciona una satisfacción sexual paradójica, que los vuelve resistentes a la cura (medio de goce patente).
  • A pesar de que las causas de las todas las neurosis de transferencia refieren a fijaciones libidinales, Freud observa que las pulsiones parciales recorren sendas distintas en la histeria y en la obsesión: en la primera el carácter perverso de las pulsiones se observa vía el cambio de objeto en el que se fija la libido, mientras que en la segunda lo hace vía un aparente cambio de meta… Al final la pulsión siempre se satisface en su recorrido.
  • Freud recupera el mito del objeto perdido para dar cuenta de las causas estructurales de la fijación libidinal a partir de problematizar la función del pecho materno como uno de los primeros objetos pulsionales que se intentan recuperar a través de la satisfacción con el propio cuerpo, de ahí que considere que la sexualidad tiene componentes autoeróticos; sin embargo, sus propias tesis, en especial las referidas a la introducción del narcisismo, revelan que la sexualidad siempre es hétero: el objeto es metonímico y como sólo hay pulsiones parciales, los objetos son múltiples pues son el semblante del objeto @ (Nota: lo real del objeto es diferente de los semblantes del objeto @). 


21ª Conferencia: Desarrollo libidinal y organizaciones sexuales
  • A diferencia de la conferencia anterior, la cual refiere al primero de los Tres Ensayos de Teoría Sexual, la presente conferencia refiere a los dos ensayos restantes.
  • Si bien recupera las fases de desarrollo en vías de la fallida organización sexual, Freud hace hincapié en que la producción de este saber siempre se obtiene por retroacción, y en referencia particular a cada caso del cual parte.
  • Gracias a la clínica, Freud desvela la universalidad de la diferencia al retroactivamente ubicar los objetos pulsionales en juego. Así, ante la fallida organización sexual que se encuentra en todo adulto, descubre la importancia de ciertos objetos que durante el desarrollo libidinal favorecen las fijaciones por cuestiones dinámicas y económicas: el falo, las heces y el pecho. Sin embargo, y gracias al desfase del período de latencia, entrevé que uno de ellos tiene especial relevancia para el andamiaje de las neurosis y las perversiones: el falo; de ahí que considere al Complejo de Edipo determinante para ubicar su génesis (el acento debe ponerse en el complejo de castración). Lacan sumará a los objetos freudianos la mirada y la voz, haciendo del falo un operador lógico que en retroacción también dará cuenta de la extracción o falta de extracción del objeto @.
  • Freud insiste en que la noción de enfermedad refiere a la fijación libidinal (tiranías bien organizadas - fijaciones de sentido bajo lógicas singulares). En este sentido, las neurosis y las perversiones, como estructuras, son producto de la pérdida de flexibilidad pulsional, donde el pathos es el sentido inconsciente del cual se goza. De ahí que “no es suficiente saber que no se sabe para gozar de ese saber”.

22ª Conferencia: Algunas perspectivas sobre el desarrollo y la regresión. Etología
  • Como la etiología de la neurosis se encuentra en el desarrollo libidinal, Freud comienza esta conferencia especificando los dos peligros en esta senda: la inhibición y la regresión. Ambas tienen un vínculo estrecho con la fijación de la libido, en tanto que expresan cómo algunas pulsiones se “rezagan” (inhibición), mientras que otras revierten hacia etapas anteriores  (regresión), por atracción de libidinal (trauma).
  • Diferenciación entre represión y regresión:
Regresión: concepto puramente descriptivo (sexual por su vínculo con la atracción por fijación libidinal).
Represión: concepto tópico y dinámico (no sexual). Lacan difiere: toda represión tiene que ver con la libido (H/RM).
  • Si bien la regresión y la represión tienen un fuerte nexo en las neurosis de transferencia, la clínica permite diferenciar que las histéricas presentan regresiones hacia los objetos (fijación a los primeros objetos de amorodio), mientras que los obsesivos presentan regresiones hacia etapas anteriores de la libido (estadio previo de la organización sádico anal).  Sin embargo, el papel principal en la histeria recae más en la represión que en la regresión, haciendo su síntoma más honesto y por tanto menos complejo que el del obsesivo.
  • La represión es el mecanismo necesario para que se presente una neurosis, pues si llegase a existir regresión sin represión, estaríamos frente a una perversión: el perverso sabe todo lo que hay que saber sobre el goce. 
  • La etiología de la neurosis de transferencia es concebida a partir de 3 factores :
  1. La frustración: contingente y externa.
  2. La fijación de la libido: predisponerte e interna.
  3. La inclinación al conflicto: El yo rechaza las mociones pulsionales (Acotación: Freud aún no cuenta con la pulsión de muerte ni con la segunda tópica, por lo que sus problematizaciones a partir de pulsiones yoicas (educables, capaces de observar el principio de realidad en función del apremio a la vida) vs pulsiones sexuales (“irracionales” y entregadas totalmente al principio del placer) son insuficientes para dar cuenta del goce).
23ª Conferencia: Los caminos de la formación del síntoma.
  • Tras la introducción de la teoría del narcisismo (1914), la dualidad pulsional pierde consistencia: si el yo también es un objeto sexual, todas las pulsiones son imposibles de educar. De ahí que todos los seres humanos, en alguna medida, estén enfermoS todos los neuróticos produzcen síntomas.
  • En esta conferencia Freud retoma los principales puntos de las conferencias anteriores, para enfatizar que el síntoma es una satisfacción sexual paradójica, cuya formación puede descubrirse, retroactivamente, a través del análisis.
  • Recuperando los aprendizajes clínicos, Freud da cuenta cómo la fantasía constituye un camino intermedio en la formación del síntoma (($<>a) ver grafo del deseo), pues favorece la introversión de la libido (inhibición). Ello le permite observar que lo único que puede hacerse cuando invariablemente se presenta la resistencia a la cura (lo real) es encontrar, como algunos artistas, una forma de arreglarse con eso (ej. Sublimación- inventar: acceder a un goce no mortífero)
  • Metapsicología: Freud explica la etiología del síntoma en términos económicos, dinámicos y tópicos: si bien todos los neuróticos fantasean y presentan un grado de inhibición y sintomatología necesaria para el lazo social, en otros la tensión libidinal que se acumula por fijación es tanta, que hace que la fantasía/fantasma no funcione y los objetos y metas pulsionales adquieran un carácter patológico apoyados en los mecanismos de la regresión y la represión. De está manera la causación la neurosis se debe a:

Constitución sexual      +       Vivenciar Infantil
(Vivenciar prehistórico)  
                            l  
            Predisposición por     +        Vivenciar accidental
              fijación libidinal                   (traumático) Šdel adulto)
                                               l
                                       Neurosis
  • Como la formación del síntoma neurótico requiere de la represión, Freud deduce que deben operar los mismos mecanismos inconscientes que tan claramente se han evidenciado en los sueños y en la psicopatología de la vida cotidiana: la condensación y el desplazamiento.

jueves, 30 de agosto de 2012

Inhibición, síntoma y angustia. Hacia una clínica nodal de las Neurosis.


Libro: Inhibición, síntoma y angustia. Hacia una clínica nodal de las Neurosis.
Nieves Soria Dafunchio
Editorial Del Bucle, Buenos Aires, 2010

Capitulo 1.
Inhibición, síntoma y angustia

I. Introducción al territorio de las neurosis.

Se propone abordar el campo de las neurosis, basándose en el trípode freudiano de Inhibición, síntoma y angustia, que es retomado por Lacan desde la perspectiva de los tres registros, llevandolas a los distintos tipos de nudos borromeos en las neurosis.

Parte del texto de Freud y de la lectura que hace Lacan, fundamentalmente en el Seminario X, el Seminario de la Angustia y en el Seminario XXII, R.S.I.

El campo de la neurosis queda definido a partir del complejo de Edipo freudiano.

Parte de un primer tiempo en la enseñanza de Lacan, al que llama, el Lacan clásico, el de la lógica del significante y es el mismo que se apoya en los textos de Freud en donde transmite el descubrimiento del lenguaje y sus efectos en el inconsciente ("La psicopatología de la vida cotidiana", "El chiste y su relación con el inconsciente", "La interpretación de los sueños").

II. La clínica de la pregunta.

El primer Lacan va a abordar la estructura, neurótica o psicótica, bajo la modalidad de lo que se plasma en el Seminario III, como la "clínica de la pregunta". Esta lógica significante   constituye una clínica y el aparato conceptual que mejor explora la clínica de la pregunta es el grafo de la subversión del sujeto (Seminario V, y en el escrito "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo").

La primera versión del grafo, donde Lacan va a dar forma a la estructura de la interrogación por el deseo del Otro, la pregunta que anima al sujeto neurótico: Che vuoi?, ¿qué quieres?.


Lo primero, de este camino, para abordar la estructura neurótica en el nudo, es el grafo del deseo que despliega la estructura de la pregunta en el neurótico.

1. En la Psicosis, como lo plantea Lacan en el Seminario III, ubica: a) una pregunta, pero es una pregunta que se hace sin sujeto, o b) la otra posibilidad es que hay una respuesta antes de que se pueda plantear la pregunta. De acuerdo al grafo: la pregunta se aborta en el primer nivel, antes de que pueda ser planteada por el sujeto, (ya que la dimensión de la pregunta se abre recién en el piso superior del grafo), antes de que pueda plantearse se hace presente la respuesta en el plano imaginario, en el eje especular.

2. En la Neurosis, la pregunta llega a plantearse, pero no a desplegarse, ya que el sujeto recurre al cortocircuito del fantasma como respuesta en lugar de continuar con el recorrido que lo llevaría a la confrontación con el agujero.

3. Tercer trayecto. Es el que da la experiencia analítica, que lleva a la pregunta a desplegarse y a que el sujeto se confronte con este significante de la falta en el Otro, es decir, la castración, que implica una atravesamiento del plano fantasmático como nivel de repuesta a la pregunta.

En el grafo podemos ubicar en el primer nivel a la Psicosis, en el segundo a la Neurosis y finalmente en el circuito mas amplio, al análisis.

Es un aparato conceptual construido a partir de la lógica simbólica, de la lógica del significante, ya que la estructura mínima es la propia del significante, S1-S2, y es la complejizacion de esta estructura mínima la que lleva a ese despliegue en el grafo.

La pregunta por el deseo del Otro en la histeria es: ¿Qué quiere una mujer?, la pregunta por el ser femenino, por el ser de deseo femenino. En la N. Obsesiva (que Freud sitúa como una dialecto de la histeria, como una complejizacion de la pregunta sobre lo femenino), es sobre la muerte. 

No se puede distinguir ambas preguntas en el grafo, no se puede hacer una clínica diferencial con este.

La fobia parece ser un impasse de la pregunta, el sujeto fóbico es un sujeto a quien la angustia le impide plantear la pregunta, por eso Lacan va a definir la Fobia como una placa giratoria. Es mas un momento lógico de la estructura que una como tal. De acuerdo al grafo, en principio el sujeto fóbico atraviesa el primer nivel o piso del grafo, sale del campo de la psicosis, pero tiene dificultad para construir su fantasma.

Posteriormente, cuando Lacan abre su abordaje de la estructura a la concepción topológica, abre la estructura a los otros dos registros. El grafo del deseo, es fundamentalmente simbólico, es lógica del significante pura, es un intento de dar cuenta de los imaginario (primer nivel) y de lo real (ultimo nivel), desde lo simbólico.

III. El trípode freudiano.

Soria, lo considera un tratado sobre la angustia, que va a terminar siendo definida como angustia de castración, de modo que la estructura neurótica es una respuesta a esta angustia.

La inhibición y el síntoma van a ser abordados desde la perspectiva de la angustia. Freud plantea que la inhibición es una detención de todo movimiento, el despliegue mismo de la estructura, con la finalidad de evitar el desarrollo de la angustia, y que Lacan va a retomar en el cuadro del Seminario de la Angustia.

El síntoma va a ser el resultado del desarrollo de la angustia. La angustia funciona como señal de la castración, cuando está acotada en este funcionamiento, promueve la formación de síntoma, la cual podría llevar a desterrar totalmente la angustia. El ejemplo que da Freud de logro más radical del síntoma contra la angustia es el síntoma conversivo en la histeria.

Lo que diferencia al síntoma de la inhibición es este primer tiempo de desarrollo de  angustia, y luego, un segundo tiempo donde el síntoma viene a resolver, o intentar solucionar este problema que le plantea la angustia.

Sobre el concepto de angustia, señala que en el texto encontramos dos bifurcaciones, por un lado la angustia como señal de castración (que va a ser evitada en la inhibición y a la que se le va a dar un tratamiento en el síntoma). Y otra vertiente de angustia que no se limita a ser una señal, que deja de lado a los vasallajes del yo y la castración, la angustia pura. (Es un término que va a utilizar Lacan en el Seminario de la Angustia, para referirse al primer tiempo de la angustia de Juanito) aquí el sujeto está tomado, arrasado por la angustia. En estos casos el modo de ser del sujeto es la angustia, vivida como angustia de muerte.

* Preguntan en el seminario sobre el ataque de pánico, si aquí se presenta este tipo de angustia. Soria hace referencias sobre la angustia como pura angustia de muerte, perdiendo la relación con la castración, hay algo del narcisismo que se desarma, tampoco está localizada la función de la falta. Puede ser esta eventualmente la experiencia del ataque de pánico y de la neurosis traumática (el sujeto vuelve a vivir exactamente igual el momento del trauma, donde se pierde la función retroactiva que posibilita la función de la falta).

IV. La primera vuelta lacaniana

Lacan retoma el texto de Freud en varias ocasiones. La primera es en el Seminario de La Angustia. Hace la construcción de su esquema triadico.


La inhibición opera en el campo del movimiento, detener un funcionamiento. Freud: sujeto deja de hacer alguna función, tocar el piano, cocinar, etc.. Al final señala que la depresión y la melancolía son inhibiciones generalizadas. En esta vía (detención del movimiento) Lacan va a distinguir 2 escalones más: el impedimento y el embarazo. El primero tiene en común con la inhibición que se trata de algo que se detiene, pero se juega en el plano del síntoma, aquí hay un entrecruzamiento entre inhibición y síntoma. Lo mismo ocurre en el embarazo, con la significación para Lacan en español de la mujer que lleva un niño en su vientre, que en francés no lo encuentra en el término embarras que no se utiliza para el estado de embarazo de la mujer. El S que está embarazado, está un poquito angustiado, hay algo que no sabe muy bien qué hacer, está en una situación embarazosa.

Luego está el otro eje, del movimiento. En primer lugar Lacan ubica la emoción, en segundo lugar la turbación. La emoción va a estar en sintonía con el síntoma y la turbación, un fenómeno más angustioso. Posteriormente va a agregar el acting-out y el pasaje al acto.

Este es un esquema triadico, es un 3 al cuadrado que da 9, son 9 casilleros que abren un movimiento que no es binario, que no se reduce a la lógica del significante. Va a ir definiendo ciertos fenómenos de las neurosis, que no son abordables desde la estructura dualista.

V. Del dos al tres.

Este tres es el que va a ir llevando a Lacan al seminario 22, R.S.I., en el cual aborda la estructura como un nudo borromeo, tomando los 3 nombres freudianos, como las 3 nominaciones constitutivas del nudo. Lo imaginario que va a ser la inhibición, la nominación de lo simbólico que va a ser el síntoma y la nominación de lo real que va a ser la angustia.

Para trabajar el nudo borromeo, como tal, Soria propone trabajar un texto "Acerca de los nudos" de Fabian Schejtman, del libro Las dos clínicas de Lacan, Bs As, 2001, porque considera que hace una distinción, que en Lacan no queda clara, entre el nudo borromeo como nudo neurótico y el nudo no borromeo como el nudo de la psicosis.

En el seminario Lacan va a abordar la estructura del nudo como borromeo, pero como estructura de 3, no existe. Se trata de la estructura del ser hablante como una relación borromea entre 3 nominaciones: una imaginaria, una simbólica y una real, que esta siempre fallada, y es la particularidad que asume esa falla, así como la reparación de la misma, lo que va a dar cuenta de los distintos tipos clínicos.

La función de nominación en Lacan es la función de anudamiento, anuda los 3 registros, de ahí la importancia del Nombre del Padre en la primera enseñanza de Lacan.

IV. La segunda vuelta lacaniana.

En el planteamiento del nudo en R.S.I., Lacan va a tomar el texto de Freud nuevamente y va a decir que la nominación de lo imaginario es la inhibición, ya que detiene el funcionamiento simbólico de la estructura. En la cadena significante el sentido es imaginario, lo que detiene el desplazamiento metonímico. De ahí lo fundamental de la inhibición, lo imaginario detiene el despliegue de lo simbólico y permite cerrar el redondel, en relación a los otros dos. Es por esto que la primera operación que se realiza en la constitución del ser hablante es el narcisismo, una función imaginaria, la constitución del yo, que va a inhibir el caos originario del autoerotismo.

Segunda nominación, lo simbólico, que no es lo mismo que lo simbólico, Lacan va a decir justamente que es el Nombre del Padre. Función que hace que algo se despegue en el campo significante, la función del significante amo, del S1 que ordena, que media entre lo imaginario y lo real, que le pone un nombre a las cosas.

La nominación de lo real queda ubicada en ese momento angustioso en el cual algo surge de la nada, en el cual un agujero escupe un nombre. (referencia al seminario XXIII, donde Lacan utiliza la Biblia para hablar de los orígenes y de la constitución de la estructura y del  nudo del ser hablante. Adán y lo simbólico; Dios: Yo soy lo que soy; La teoría del Bing bang). La nominación de lo real es difícil de aprehender, no se puede abordar en términos imaginarios, ni simbólicos. Lacan dice, algo que pasa a ex-sistir algo que es arrojado fuera de ese agujero. Un nombre es escupido por ese agujero que es Dios, es arrojado a la ex-sistencia, es arrojado fuera, empieza a sostenerse afuera. Lacan sitúa la ex-sistencia en el registro de lo real, y al agujero en el registro de lo simbólico.

Entonces desde la perspectiva de Inhibición, síntoma y angustia, propone situar la nominación de lo simbólico en relación con la función de la castración, que localiza y media entre imaginario y real; y lo imaginario como consistencia, como lo que une. Cada una de las nominaciones (constitutivas del nudo) a su vez participan de cada uno de los registros, de modo que cada uno de estos tiene su consistencia, su agujero, y a su vez ex-siste a los otros dos. (por eso se puede hablar lo imaginario de lo real, lo simbólico de lo imaginario, etc.)

El nudo borromeo de tres no existe y entonces, o vienen otro tipo de anudamiento, o bien viene un cuarto a anudar a estos 3 que están sueltos. Desde el R.S.I. ese cuarto puede ser en si mismo imaginario, simbólico o real, dando lugar a las diferentes neurosis.

Propone Soria entonces, abordar a la histeria como una estructura borromea anudada simbólicamente, la neurosis obsesiva anudada imaginariamente y la fobia, anudada por el registro de lo real, es decir por la angustia, que no anuda mucho, dice, por eso no se capta como estructura. Y lo que plantea Lacan, es que ese cuarto nudo puede duplicar alguno de los tres registros, dando un distinto efecto a la estructura. Lo que permite trabajar en lo posterior la dirección de la cura y saber por donde entrar con la intervención analítica, pues los registros se presentan distintos cuando la estructura está nominada por la inhibición, por el síntoma o por la angustia.

Claudia Casali

lunes, 6 de agosto de 2012

De la psicoterapia de niños a la clínica con niños

"En el grafo, no cabe duda que para Lacan el síntoma se ubica en s (A), como un efecto de significado del Otro. Eso traduce, diremos, lo que Freud mismo llama der Sinn der Symptom: el síntoma es un efecto especial del significado del Otro. ¿Especial en qué? Aquí es donde se complican las cosas".
Jaques-Alain Miller.

En la psicoterapia  psicoanalítica existe una técnica que orienta el tratamiento,  que ofrece guía y un "saber hacer previsto", en donde el analista se dirige a descifrar el síntoma llenándolo de sentido. En el psicoanálisis no existe una técnica ,  el psicoanálisis es una Ética que implica el acto del analista, en donde éste se coloca en un lugar diferente al que lo hace el psicoterapeuta. Pero de esta diferencia los posibles analizantes no saben nada.
 Algunos llegan ya con previas experiencias  de "terapias"  en la mayoría de los casos con  experiencias  mencionadas como desfavorables ya que no encontraron la respuesta que esperaban o lo que les habían ofrecido, y en otros casos presionados por Otro ( el psicólogo o director escolar en el caso de los niños o los adolescentes  en donde los envían inclusive habiéndoles hecho firmar a los padres  cartas compromiso para que sus hijos puedan permanecer en la institución educativa en función de acceder a recibir tratamiento) .
Al llegar con un motivo de consulta se trate de un "padre, madre, niño, adolescente o adulto"  que son denominaciones sociales,  en el caso de los niños y los adolescentes los padres están presentes por lo menos en la primera entrevista debido a la edad de los hijos, y/o porque se considere importante desde el analista darles el espacio para escuchar más allá de lo que dicen. Ahora bien, al  psicoanálisis le interesa el sujeto del inconsciente, que se manifiesta en el ser hablante, más allá de su edad cronológica o denominación social. Sin embargo, en la elección del rasgo a trabajar en este Cartel: "Síntoma y fantasma", uno de los cuestionamientos que han surgido a través de lo que he expresado en nuestras reuniones, es el hecho de que la clínica con niños propia del psicoanálisis, no es desde el tener un "abc", sino que cada uno "padres o hijo" tienen su propio fantasma y desde ahí es que se escucha a cada uno  desde su singularidad.
 Un punto que me interesa  trabajar hoy, es el siguiente:  si en la práctica en la clínica cuando se recibe a un niño o adolescente frecuentemente se escucha también a los padres (en el caso por caso y especialmente en el caso de los niños) implica que el analista se cuestione si éticamente el  aceptar al "niño" en tratamiento  sin que los padres también lo estén cuando es necesario (práctica común en psicoterapia), o aceptando toda una serie de vicisitudes que demanda el entorno escolar y/o familiar,  está sostenido desde la ética que es propia del psicoanálisis, o se puede llegar  a caer en esos momentos en realizar psicoterapia, sobre todo en los psicoanalistas de orientación lacaniana principiantes.
Los padres llegan hablando de cómo algo "no funciona"  con su hijo,  en relación con la escuela, con la maestra,  con los amigos, etc. además de que hablen desde un lugar en el que no se sienten concernidos en lo que  le pasa a su hijo ni en lo que les pasa con su hijo, y  por lo tanto, si no se escucha analíticamente,  puede darse un acto precipitado desde el analista causando el  desencadenamiento de una huida  de un supuesto querer saber, y por lo tanto imposibilitando con ello el análisis con el niño,  lo cual puede fijar más aún el goce que los sostiene y con ello el que confirmen que es mejor "no saber nada".
En cuanto es importante favorecer la transferencia de un saber al analista, para que se pueda iniciar la entrada al análisis, se trata de un momento delicado en el que el actuar de este se vuelve  aún más importante. No para "que el niño permanezca en análisis"  y las cosas "funcionen bien" puesto que sabemos que no tenemos ninguna garantía que alguien permanezca en análisis, ni es nuestro interés que las cosas funcionen bien ; sino porque a través de su acto, pueda poner en juego la posibilidad de  pasar  de los síntomas a la creación de un síntoma analítico que favorezca que lo que "no cesa de no escribirse" ante la presencia de este encuentro se provoque un cuestionamiento en la posición del posible analizante, que lo pueda llevar a querer saber más allá de lo que le pasa...más allá de los síntoma(s), es decir, pasar del sentido al goce.
En otra de la reuniones que hemos tenido, surgió  la formulación de la siguiente pregunta:¿el niño es uno de los síntomas de los padres?, es desde ahí  que  el síntoma orienta desde la escucha analítica,  y/o también habría que preguntarse ¿si los padres son síntoma del niño?.
En la situación analítica, la escucha analítica con estos padres o madres  se tendría que ir dirigiendo a escuchar cómo es nominado el niño, la posición de éste frente al Otro,  y con ello el goce que existe en ambos y del cual estos no dan cuenta de ello y desde ahí orientar  el análisis.
¿Cómo se entendería el fantasma en la clínica con niños?, a partir de esta pregunta es dirigir la investigación de Freud a la enseñanza de Lacan.
Martha Eugenia Aguirre
Julio de 2012.

domingo, 22 de julio de 2012

Escritura y escrito en los márgenes de lo imposible

Justo ahora que llego al final y todo ha concluido para mí, sé que debo retomar todo desde el principio.
Husserl

Del devenir humano sabemos por sus marcas, por sus trazos, por sus rastros. Huellas de lo que ya no está y de lo que nunca estuvo, ésa es la historia de todos. Sobre bastones, cuerdas, piedras, papiros, tablas de madera cubiertas de cera, papeles, pieles, voces y sueños, los animales simbólicos nos construimos un cuerpo procurándonos superficies[1] para escribir sobre lo que nos acontece y sobre lo que, sin saber que sabemos, repetimos.  En este sentido, el (no) paso de los síntomas al síntoma, se halla en íntima relación con la escritura y con la letra.

En los albores psicoanalíticos Sigmund Freud escribió el 6 de diciembre de 1896 a su amigo Wilhelm Fliess: “… trabajo con el supuesto de que nuestro mecanismo psíquico se ha generado por superposición de capas, porque de tiempo en tiempo el material existente de huellas mnémicas experimenta un reordenamiento según nuevas concernencias, una inscripción.”[2] Aun sin la metapsicología, la clínica hizo que Freud intuyera[3] que otra escritura se producía en el aparato psíquico: lo inconsciente escribe, cifra nuestro goce en letras que esperan ser leídas (descifradas) para lanzarnos de nuevo a la escritura.

Años más tarde, Lacan rinde homenaje a esas letras y a modo de una pizarra mágica, el síntoma —como acontecimiento del cuerpo— comienza a prefigurarse a través una serie de interdiscusividades, donde la inclusión del goce retroactivamente da cuenta de que la clínica, la verdaderamente freudiana en el sentido discursivo, no podría sino acabar franqueando el paso del significante a la letraConforme Lacan produce formalizaciones simbólicas (matemas), el resto se hace más patente. Al fin, en 1969, la inclusión del goce en el propio discurso del analista desvela el poder de los imposibles: la producción de una letra (S1) idéntica a sí misma, en tanto no hace lazo con S2, hace tope a la ilusión de que todo puede decirse, de que todo tiene sentido, marcando una notable diferencia en la historia de cada sujeto al mutar su relación con lo real. Así, la reductibilidad del síntoma a una letra es su irreductibilidad.  Poder leer con y en el sinsentido las vías del goce, e identificarse como unidad al síntoma y no como una (fugaz) remisión del significante al mismo, será lo que posibilite que cada cual encuentre su solución. Amar los restos del síntoma para descubrir, para aventurarse a crear, un saber hacer con él que es siempre inédito a nuestra condición neurótica.


Sin embargo, leer el inconsciente —leerlo a la letra— (me) sigue siendo de difícil comprensión. Si bien la letra sólo puede leerse a partir del discurso analítico, en tanto que sólo ahí puede escribirse,  el trabajo de cifrado y descifrado de la última enseñanza de Lacan me obligan a partir de las condiciones que hicieron posible el paso del significante a la letra. Actualmente mis preguntas versan sobre la función de lo escrito y su relación con el goce, teniendo en el horizonte la noción de nudo borromeo como escritura de la lalengua


Del paso De la Historia de la escritura a la escritura como historia —nombre del último capítulo de mi tesis de maestría— recupero mi proceso escritural a la manera de una pizarra mágica, esta vez desde la lógica del no todo. En ella encuentro a un Lacan que no cesa de leer y escribir, que no cesa de “lituraterrizar”; es decir, que no cesa de intentar escribir un discurso que no sea del semblante. Del sentido al goce, bosquejo como itinerario singular la lectura lógica de textos freudianos y lacanianos a partir de las puntuaciones marcadas entre los seminarios 17 y 23, convocando a los enigmas de la clínica y de la literatura a intervenir en las seducciones del discurso universitario, para mantener como determinante al deseo de saber.
Diana Montes  C.
Julio de 2012.


[1] Alusión a la cinta de Moebius como superficie topológica.
[2] Sigmund Freud. “Carta del 6 de diciembre de 1896”. En: Cartas a Wilhelm Fliess (1887-1904). Amorrortu. Buenos Aires. 1996. p. 218. Las cursivas son de Freud.
[3] Asumo que se trata de una intuición —anticipación de lo imaginario que habrá de simbolizarse ya que en 1896 Freud no había desarrollado las tesis fundacionales del psicoanálisis.

jueves, 12 de julio de 2012

3. Primeras puntuaciones a "Inhibición, síntoma y angustia"

Puntuaciones del cartel:
  • El carácter irreductible del síntoma, ya que éste es una formación que posibilita escapar de la angustia a través de una de las defensas estructurales: la represión.
  • Los síntomas histéricos y obsesivos, a diferencia de los fóbicos, demuestran desde sus particularidades la idea anterior. En ambos casos se observa tanto la integración como el rechazo de los síntomas (goce fijado/sentido gozado).
  • Los síntomas de la neurosis obsesiva tienen como escenario al yo. Freud da cuenta de las particularidades de sus formaciones a través del proceso de regresión (carácter punitivo del superyó por sentido fijado/gozado durante la fase lógica anal), la formación reactiva, y los mecanismos de anulación y aislamiento. 
  • Los síntomas histéricos no presentan mecanismos de anulación y aislamiento; si bien la situación traumática no se presenta en la conciencia, la transcripción del dolor y la satisfacción al cuerpo a través de la conversión les dan un carácter  "honesto".
  • Los síntomas fóbicos son metáforas del Otro, en tanto demuestran un desplazamiento del Padre hacia un objeto que causa angustia relacionada con el complejo de castración (neurosis de angustia). Ejemplo: Hans. 
  • Los síntomas, a diferencia de las inhibiciones, exceden el ámbito "territorial" del yo. Por tanto, éste intentará tanto integrarlos a su sistema como defenderse de ellos, donde será lalengua la que dé una organización y una trama singular en lo inconsciente.
  • Todo síntoma es producto de una serie de represiones y regresiones, de ahí que los retoños de lo reprimido estén marcados por las marcas de diferentes fijaciones tanto a objetos como a etapas anteriores del desarrollo bajo lógicas de asociación no lineales, y que sus interpretaciones tengan como característica la multivocidad.
  • El síntoma analítico, a diferencia de los síntomas neuróticos, es un síntoma hablado que inaugura la entrada al análisis. Éste desvela que se ha producido el proceso de subjetivación (cuarto de vuelta del discurso de la histérica al discurso del analista), gracias a las intervenciones que éste último ha posibilitado durante las entrevistas preliminares. En este sentido, puede decirse que el síntoma analítico, al ser una formación en el campo del Otro, es quien dirige la cura.
 a   →   $
   S2   S1
Textos complementarios para próximas puntuaciones: 
  • Soria, Nieves. Inhibición, síntoma y angustía: Hacia una clínica nodal de las neurosis Serie del Bucle, Buenos Aires, 2010.
  • Nocera, Cristina. "Una puerta de entrada a la neurosis obsesiva". En El Saber delirante Miller. J. A. (ed. lit.). Buenos Aires. Paidós. 2009. 
  • Vargas, Raquel. "Comentario sobre inhibición, síntoma y angustia". En El Saber delirante Miller. J. A. (ed. lit.). Buenos Aires. Paidós. 2009. 
  • Lacan, Jacques."Introducción a la edición alemana de un primer volumen de los Escritos". En Uno por Uno. N° 42. Eolia. Buenos Aires. 1995. pág.14.
  • Lacan, J: “Conferencia en Ginebra sobre el síntoma” (1975). En Intervenciones y textos #2. Editorial Manantial. Argentina.
Bibliografía:

Freud, S. Inhibición, síntoma y angustia y otras obras (1926). Vol. 20. Amorrortu. Buenos Aires.

domingo, 8 de julio de 2012

2. Configuración de rasgos

  • Martha nos expresó su interés por el espacio clínico debido a su experiencia en las instituciones, en particular, en las escuelas, y el trabajo que ahí puede llevarse a cabo con los niños. Pues en el recorrido que ella ha realizado, hay muchas variables que hay que tener en cuenta. Primero, la institución, en el sentido de que se trabaja en un marco específico que es preciso considerar para llevar a cabo un tratamiento posible con los niños que ahí se atienden. Esto es, considerar los obstáculos que allí pueden presentarse.  En consecuencia, y como un punto muy sensible, la problemática del trabajo con los padres  ¿cómo trabajar con los padres? Pues, muchas veces son ellos quienes demandan un tratamiento, pero con expectativas muy precisas que, con frecuencia, nada tienen que ver con el problema o el sufrimiento del niño en singular. Entonces, ¿cómo lograr la transferencia de los padres hacia el analista (o al psicoanálisis) para conservar al niño en el tratamiento?  El ejemplo que se subrayó, es el caso en el cual el niño es uno de los síntomas de los padres, ahí es donde la problemática del trabajo con los padres se vuelve esencial.
  • Claudia desde el rasgo que eligió, el síntoma y el goce, subrayó la importancia de trabajar  cómo el síntoma es una respuesta al goce. Estableció su  orientación desde  la neurosis, en principio, para dilucidar los modos de gozar, tal como lo trabaja Freud y que Miller retoma desde Freud-Lacan en el texto de Barcelona (incluido en la bibliografía  del Cartel). Enfatizó la importancia de abordar la perspectiva freudiana como inicio a la reflexión. También la distinción entre el goce mortífero y el goce vital. Y en este sentido, la problemática del analista en los cortes que se establecen como una lógica que atiende lo real, pero entender de qué manera en los cortes se toca lo real. Es decir, ¿qué son los cortes en la enseñanza de Lacan?
  • Diana hablo de su rasgo, letra-síntoma,  que en principio se orientará a las modalidades lógicas de la escritura relacionadas con el amor ante la imposibilidad de la NRS. Su investigación versa sobre lo sin ley en el amor que posibilita la solución singular (¿Cuál es la relación entre el amor real y el sinthome?) A partir de las problematizaciones de la demanda de amor en la histeria y de la erotomanía de lado de /La Mujer, ¿cómo se juegan la posibilidades de escritura de lo imposible pasando por la contingencia? ¿cómo se produce el S1 cuando el amor no ocupa más el lugar del semblante? Cuenta que se interesó por ese tema por algo que ya ha escrito, la letra como litoral, más del lado del significante, y en diálogo con Derrida y a Roland Barthes. Su idea es continuar y acotar el trabajo. – Es un modo de obligarme –, dice Diana, – a ir más allá de lo que había escrito–.
  • Rosana con el rasgo elegido, los efectos creativos del síntoma, comienza con el texto de Miller de Barcelona, pues allí se indica que hay dos caminos pulsionales opuestos, sintomatizar y sublimar que, sin embargo,  pueden producirse en una continuidad. Será importante comenzar por explicar la envoltura formal del síntoma y su relación . Y la otra vertiente, es la de la invención en el sinthome. Así tener en cuenta las dos vertientes, neurosis y psicosis. 

2) Si bien se trató de articular el texto de Miller, el tiempo de la reunión fue insuficiente por lo que quedan pendientes los comentarios sobre el Seminario de Barcelona. A manera de esbozo serían los siguientes puntos:


  • 1)    Sobre la conferencias freudianas
  • La escapatoria de la libido
  • Constitución y vivencias
  • Las vivencias infantiles sexuales
  • La satisfacción en el síntoma
  • Fantasma y realidad
  • Los fantasmas originarios
  • La Bedeutung del síntoma (la fijación)
  • La creación del arte, como invención del camino sintomático

  • 2)    Los modos de gozar y su costo
    3)    Del conflicto a los nudos
    4)    La ecuación de Lacan: Goce=verdad/sentido(goce sentido o sentido gozado)